Legalidad y convivencia humana

0 0
Read Time:3 Minute, 59 Second

El grupo vivía en una cueva a la que solo se podía acceder a través de un único sendero que ascendía por el acantilado de quince metros. Ellos sabían que era necesario vivir en esas condiciones, aunque fuese difícil, un manantial al fondo de la caverna les proveía de agua y si no fuera bastante, un arroyo perenne corría en el fondo del barranco. Además, el vivir en las cuevas protegidas, les permitía defenderse de los enemigos que, muy de vez en cuando, les atacaban para robarles lo poco que tenían, pero que, para ellos, era todo.

Era difícil la vida, en esa etapa de la humanidad no se había aprendido a cosechar los alimentos, ni a domesticar los animales; por lo que la supervivencia del clan se sustentaba en lo que podían cazar o recolectar, así que, siempre que el clima lo permitía, varios de ellos salían a realizar las actividades necesarias, para lo cual tenían que bajar el acantilado, atravesar el arroyo y volver a subir hacia la meseta cercana, en la que realizaban las actividades que les permitían llevar los animales capturados y muertos, para aprovechar todo lo que se pudiera para alimento, vestido y hasta herramientas que producirán con las osamentas. Los granos y hierbas recolectados, buscaban preservarse pues además de alimentos, también les eran útiles como medicinas y para producir herramientas que les hacían más fácil la vida, como cestas o esterillas donde dormir.

Una cosa era desagradable: el cruzar el arroyo. Como este era ancho, se mojaban indefectiblemente las piernas, esto en el invierno, cuando las temperaturas son gélidas, no sólo era molesto, sino que, en ocasiones, les causaba congelación y gangrena, además de enfermedades respiratorias.

Pero un día, uno de los miembro del grupo arrojó una piedra grande y plana al arroyo y se paró sobre esta, arrojando otra y otra, hasta que creó un paso sobre piedras que le permitía cruzar el curso del agua sin mojarse. Todos los miembros del clan, viendo el resultado de este actuar y empezaron a imitarlo, por lo que ese paso de piedras, se volvió un elemento de la convivencia común, tan importante, que todos lo cuidaban y reparaban cuando era necesario.

Ese invierno fue duro y la caza poca, por lo que el grupo había sufrido hambre y dos niños habían muerto ya. Ese día, uno de ellos salió a buscar leña y cuando pretendía cruzar el puente vio, con agrado, que dos compañeros se dirijan hacia él llevando entre ambos sostenida en una vara, una pieza de caza grande, si sabían cuidarla les duraría varias semanas y podría asegurar la supervivencia del clan. Es por esto que cuando llegó el momento de cruzar por el puente, aquel que salía, permitió el paso a los que entraban, pues era importante que ellos llegaran con el alimento a la cueva. Fue así como inició otra costumbre en la comunidad, cuando alguien llegaba de fuera, tenía preferencia para cruzar el arroyo por el puente de piedras, pues lo que traía era importante para el clan, en tanto que el que salía, apena iniciaría las actividades que tenía encomendadas.

El ejemplo, creo, nos ilustra sobre la importancia de la obediencia a las reglas que se van creando en la convivencia social.

No existe una persona, por más fuerte, grande o inteligente que sea, que pudiera sobrevivir sola en la naturaleza. Algunos ejemplos de esto se han dado en la literatura y el cine, quiero referirme a dos: El personaje de Daniel Defoe, Robinson Crusoe y el personaje del estupendo actor Tom Hanks en la película “Náufrago”. En ambos casos encontramos a seres humanos que se han quedado solos en la naturaleza y que sobrevivieron, pero esto gracias a que a ellos llegaron elementos creados por la invención humana, en ambos casos, los náufragos pudieron rescatar herramientas que les permitieron sobrevivir.

Es tanta la dependencia que tenemos unos de los otros que sin la capacidad de convivir, la humanidad se extinguiría. Lo mismo acontece con muchas otras especies, que son conocidas como gregarias, es decir, dependientes de los otros de su misma especie, lobos, hormigas, abejas, gansos, cardúmenes, etcétera.

Esto nos lleva a la importancia que tiene el cumplir con las reglas sociales para tener una convivencia armónica que nos permita desarrollarnos como comunidad y, por ende, a la importancia del respeto a la ley y a quienes le representan, siempre que esta sea conforme con las prácticas que la propia sociedad ha creado, pues las reglas que pretenden imponer los tiranos, en su propio beneficio o el de su grupo, son repudiables y su imposición forzada, será el elemento que las haga caer.

Les invito a ver el video sobre este tema en

 https://www.youtube.com/channel/UCVIY16VXPjfvK5_x2Yjn7Aw

Share this:

About Post Author

Oscar Muller Creel

Oscar Müller Creel es Doctor en Derecho especializado en derechos humanos, ética profesional, seguridad publica, corrupción y libertad de expresión. Ha escrito diversos libros y artículos científicos. Columnista en varios medios de comunicación internacionales, tanto para prensa como radio. Si usted desea publicar esta columna en su medio de comunicación, agradeceremos se comunique con nosotros. OMC Opinión. Todos los Derechos Reservados 2015
Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Comentarios

Comentarios

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.