Los presidentes de 35 países de América se reúnen anualmente, desde 1994, en una junta que es denominada «Cumbre de las Américas». Esta asamblea se celebra en distintos países, la primera fue en la ciudad de Miami, Estados Unidos y la última se acaba de celebrar en la ciudad de Panamá los días 10 y 11 de abril del presente año.
Uno de los aspectos interesantes que presenta la Cumbre de las Américas, es el enfrentamiento ideológico en las declaraciones de los distintos jefes de Estado, pues en el continente americano existen gobiernos de muy diversas tendencias.
En la reciente Cumbre de las Américas me llamó la atención el choque que se presentó entre el presidente de Ecuador Rafael Correa y el presidente de los Estados Unidos Barack Obama.
Correa representa a la línea de izquierda de los gobiernos del continente y como antecedente se observa que ha sido duramente criticado por sus ataques a los medios de comunicación, la organización internacional de reconocido prestigio y que ha tenido como objetivo la vigilancia del cumplimiento de los Derechos Humanos, denominada Human Right Watch, en su informe mundial 2014, al referirse al Ecuador menciona como el presidente Rafael Correa luego de ser reelecto para un tercer mandato, promulgó en junio del 2013 una Ley de Comunicación con disposiciones ambiguas y regulaciones que se transforman en un ataque a la libertad de prensa y refiere también que: «Es común que el gobierno de Correa ataque públicamente a periodistas y propietarios de medios de comunicación. Los fiscales aplican disposiciones sumamente amplias sobre delitos de terrorismo y sabotaje a críticos del gobierno que participan en actos públicos de protesta».
En su discurso, el Presidente Correa, se refirió a la figura de Abraham Lincoln mencionó que a éste en su tiempo lo calificaron como tirano, déspota, fanático, y que su noble lucha contra la esclavitud provocó una guerra civil que, en caso de haber sido derrotado, muy posiblemente hubiese pasado a la historia como un criminal. Hizo referencia también a que las grandes diferencias que existen entre los Estados Unidos y el resto de las Américas se deben a la protección que aquel país hacia las clases de élite que han gobernado en los estados de Latinoamérica.
La intervención del Presidente Correa en la asamblea se convirtió en un ataque hacia las políticas de los Estados Unidos, haciendo referencia a una insultante opulencia frente a la pobreza que se presentan en el continente americano, criticó la orden ejecutiva del presidente Obama en contra de Venezuela que congeló cuentas y suspendió visas a siete funcionarios de ese país; hizo también referencia a la invasión de los Estados Unidos hacia Panamá en 1989 y respecto a la libertad de expresión, mencionó que cuando se afirma que en su país no existe tal libertad, es porque los medios de comunicación no tienen impunidad cuando manipulan la verdad o porque el propio gobierno se atreve a contestarles y a desenmascarar sus mentiras y se preguntó si se pudiera hablar de una verdadera información cuando la transmisión de esta se encuentra en manos de negocios privados cuyo objeto es el lucro y que los monopolios así como las deficiencias éticas y profesionales, provocan en la región un grave problema de desinformación. Mencionó textualmente: «…creo que todos coincidimos en que una buena prensa es vital para una verdadera democracia. Pero también debemos coincidir en que una mala prensa es mortal para esa misma democracia y la prensa latinoamericana es mala, muy mala…»
Por su parte el presidente Obama mencionó la necesidad de no quedarse estancado en el pasado y comprender que todos los países de América tienen una responsabilidad compartida, que de nada sirve dejarse atrapar por posturas ideológicas y que lo que interesa son los efectos tangibles de las acciones que se reflejen en el bienestar de la población.
Haciendo referencia expresa a lo referido por el Presidente Correa, dijo ser un estudioso de la historia y por tanto conocer varios de los episodios mencionados por su homólogo y reconoció que los Estados Unidos, en materia de Derechos Humanos no siempre ha sido congruente ni consecuente con el respeto a los mismos, reconociendo que en el devenir de su nación se han presentado episodios oscuros en los que se han relegado los principios e ideales bajo los cuales se fundó esa nación.
Mencionó que hacía unas pocas semanas había estado en Selma, Alabama, para conmemorar lo que llamó el triunfo del espíritu humano de personas simples y sencillas contra la barbarie, triunfo que permitió que miles de voces que se manifestaban fueran escuchadas transformando al país, de acuerdo a la traducción simultánea del momento, refirió: “Nosotros no podemos reivindicar la perfección, sin embargo podemos decir que nosotros sí tenemos una apertura hacia el cambio.”
En referencia directa a la Libertad de Prensa el Presidente Obama refirió que está lejos de pensar que en ese aspecto su país es perfecto, pero que al menos se estima que el encarcelar a quienes no coinciden con ellos, no es lo que pudiera considerarse la idea de lo que es más justo en esa materia.
Concluyó este tema mencionando que quizá el presidente Correa tuviese más confianza que el en la distinción entre la prensa buena y la mala, pero que él no podría confiar en un sistema en el que solamente una persona pudiese determinar eso y que su idea de la democracia significa que todo mundo tiene la oportunidad de hablar y de ofrecer sus opiniones para defender lo que opina es justo.
Este dialogo me lleva a una serie de reflexiones, es cierto lo afirmado por el Presidente Correa que no todos los medios son buenos e inclusive existen aquellos que degradan la cultura y el pensamiento de la comunidad, pero también lo es que los medios de comunicación son uno de los principales canales de combate a la corrupción y a los malos gobiernos y por tanto, quien es objeto de crítica no puede ser el que tenga la facultad de decidir que es bueno o malo, pues evidentemente es quien menos carece de objetividad y autonomía para decidir esto.
De lo anterior que para que los medios de comunicación sirvan a la democracia deben reunir dos cualidades: diversidad y pluralidad, deben ser diversos en cuanto a la variedad de las tecnologías de transmisión de información, como son la radio, la prensa escrita, la televisión o el internet y deben ser plurales en cuanto a lo heterogéneo de la información que se trasmite, en ideología e inclusive calidad de información, como sucede con aquellos medios que favorecen la violencia y el morbo sobre la información de calidad respecto a aquellos que publican noticias serias y de interés y valor para la comunidad.
Es entonces la sociedad quien debe decidir cuáles son los medios buenos o malos y a través de estos formar opinión pública que permita combatir la corrupción y los malos gobiernos.
Recordando también un poco la historia, hace noventa años un hombre escribía “… la prensa se encarga ante todo de esta labor de -información pública- y representa así una especie de escuela para adultos, solo que esa –instrucción- no está en manos del Estado, sino en las garras de elementos que en parte son de muy baja ley…”.
Quien esto escribió desató después un holocausto, lo que nos lleva a considerar que cuando una persona se considera tan encima de los demás que considera que solo su pensamiento es bueno, la dictadura y el fanatismo empiezan a fundirse, para ser azote del ser humano.