Constitución, no es un librito de papel

0 0
Read Time:4 Minute, 58 Second

La enorme cuchilla se encontraba ensamblada en la ranura de los dos tablones de más de cuatro metros de altura, su filo en la parte inferior había sido revisado y pulido y las ranuras debidamente engrasadas con sebo animal, en la parte superior tenía pesas de plomo de sesenta kilos que, debidamente distribuidos permitían que la enorme navaja cayera con fuerza y equilibrio.

Aquel frío día de enero del año 1793, un hombre había sido puesto en el yugo de aquella máquina de muerte y cerraba los ojos, esperando que la temible hoja de acero bajara y cercenara su cabeza a la altura del cuello. Charles-Henri Sanson, el verdugo que había sido nombrado por el mismo hombre que ahora iba a ejecutar, recibió la orden y movió la palanca que liberó la cuchilla que tardó menos de dos segundos en caer, cortando limpiamente la cabeza de quien había sido el representante más fuerte de los sistemas monárquicos europeos, Luis XVI.

Durante el devenir humano, las formas de gobierno se han sucedido una tras otra y ese era el momento cuando esa organización del poder, conocida como la Monarquía, daba un vuelco para buscar otra forma de organización social, de ahí brotó el control de Francia de un militar, Napoleón, que traería una forma de gobierno conocida desde la época de Augusto, dos mil años antes, y que hemos conocido como imperio.

Hay otra formas de organización social que se han dado en la historia, una de estas es la conocida como República que se refiere al gobierno de los componentes individuales de la comunidad, a través de un proceso en el que estos eligen a quienes llevarán las riendas de la cosa pública, que puede resumirse en tres aspectos: crear las normas que debemos seguir para tener una convivencia social sana, conocida como legislar; resolver los conflictos que surgen entre los diversos factores del componentes social, es decir juzgar y una tercera que consiste en  administrar los bienes comunes o públicos.

Nadie puede negar que los seres humanos necesitamos vivir en conjunción con nuestros semejantes, y que esta convivencia necesita de reglas que estén determinadas y sean del conocimiento común, para que así las personas conozcamos cual es el camino que debemos seguir.

Luego que cayó la cabeza de Luis XVI en la canasta que estaba bajo el yugo de la guillotina, los franceses y en general los europeos, veían cómo una forma de organización del poder público se desmoronaba y se enfrentaron a la necesidad de encontrar otras formas de gobierno; pero necesitaban seguridad, los abuso de poder habían dañado mucho a la sociedad y, deseaban encontrar alguna herramienta que fijara el camino que se debía seguir, ya años antes el levantamiento del pueblo francés contra los abusos monárquicos y el surgimiento provisional de un poder al que llamaban “Asamblea General” que era un ensayo de los parlamentos modernos, había creado, en 1789, una Declaración que contenía “Los derechos del hombre y del ciudadano” en su párrafo 16 decía: “Una sociedad en la que no esté asegurada la garantía de los derechos ni reconocida la división de poderes, no tiene constitución”.

12 años antes, en Norteamérica, el Congreso de Filadelfia había creado también su propia constitución, en la que se organizaba la estructura de la nueva nación que surgía durante la guerra contra Inglaterra, en ella se plasman principalmente las disposiciones que regulan la conformación del poder político que los colonos ingleses habían planteado.

Esto nos indica cual es la verdadera naturaleza de una constitución, que se desprende de su propio nombre, pues constituir según la RAE, significa establecer, fundar, erigir y eso es precisamente la esencia de una constitución, el organizar al poder público. Ahora, a raíz de las ideas de la ilustración que sustentaron las nuevas formas de gobierno que dividen el poder, para crear contrapesos que limiten los abusos que se cometían en las monarquías.

La constitución, por regla general, no es una ley que se pueda modificar fácilmente, en ellas suele plasmarse la forma como cambiar las reglas establecidas y estas suelen ser más estrictas que las necesarias para modificar otras leyes.

Esta rigidez de las constituciones es lo que ha llevado a incluir en ellas los derechos más importantes de las personas y los grupos sociales; de ahí que ahora se considere que estos cuerpos legislativos se dividen en dos partes, la llamada orgánica que es la que contiene las reglas de constitución y funcionamiento de las autoridades y la parte dogmática que es la que contiene los derechos básicos de las personas.

Así que cuando celebremos la constitución, no pensemos que estamos celebrando a ese cuerpo de papel que contiene signos en blanco y negro, nuestro orgullo debe surgir en el hecho que somos una sociedad organizada bajo reglas que nos garantizan nuestra supervivencia, que somos una sociedad “constituida”

Reglas que implican que el poder del gobierno no se maneja por una sola persona, sin que existe una división de poderes que procuran ser una garantía para los ciudadanos de que entre ellos habrá equilibrio que evita el abuso del poder.

Triste lo que sucedió este 5 de febrero, en el teatro de la ciudad de Querétaro, con la celebración del aniversario de la Constitución, en donde los organizadores pusieron en el templete al centro al presidente y a sus costados a sus colaboradores y hasta el final a los representantes de los poderes judicial y legislativo. Un quebrantamiento a la diplomacia que es la esencia de la política, en donde se observa el desprecio que el presidente mexicano y sus allegados tienen hacia la constitución y la división de poderes.

Los mexicanos no podemos permitir que esa situación continúe, quienes deseamos un México democrático y libre, debemos expresarnos en todos los ámbitos contra este intento de reventar el trabajo que hemos venido forjando durante más de 30 años y que nos permitió sacar a un partido único en el poder.

Share this:

About Post Author

Oscar Muller Creel

Oscar Müller Creel es Doctor en Derecho especializado en derechos humanos, ética profesional, seguridad publica, corrupción y libertad de expresión. Ha escrito diversos libros y artículos científicos. Columnista en varios medios de comunicación internacionales, tanto para prensa como radio. Si usted desea publicar esta columna en su medio de comunicación, agradeceremos se comunique con nosotros. OMC Opinión. Todos los Derechos Reservados 2015
Happy
Happy
50 %
Sad
Sad
50 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Comentarios

Comentarios

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.