El Mariachi, un origen confuso

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El año pasado tuve el gusto de estar en la ciudad de Guadalajara, en donde asistí a una reunión agradable en un bonito jardín, con deliciosa comida y abundante cerveza, cuando de pronto alguien mencionó -ahí viene “Luz María”- yo mire hacia la entrada y al mismo momento inició el sonido de las trompetas entonando las primeras notas de “El son de la negra”, así pues quienes venían entrando eran luz maria…chis, el grupo tocaba con gran maestría y eso animó más la velada que compartí con la excelente gente de Jalisco.

Pensando entonces sobre que relatar a mis amables lectores y recordando aquel momento y otro del que hablaré posteriormente, dije -bueno pues trataré un poco sobre el origen del Mariachi-, que según era mi entender, viene de la época de la Invasión francesa, a mediados de los mil ochocientos, pero al profundizar un poco sobre el tema descubrí que esto no es tan simple.

Me encontré con un estudio elaborado por Don Álvaro Ochoa, del Colegio de Michoacán, en el que habla sobre el desarrollo histórico de las fiestas populares en la región denominada “Tierra Caliente” que abarca territorio de los actuales Estados Mexicanos de Guerrero, Nayarit, Jalisco y Michoacán y refiere a las fiestas que hacían los grupos indígenas a los que los Españoles les denominaban Mitotes, término que deriva del idioma Nahuatl propio de los aztecas, con la palabra Mitotl que significa baile, aunque en otras provincias de La Nueva España recibían el nombre de Arietos o el caso de Perú en donde se les decía Taqui. Tal vez el origen del mariachi venga del huapango, palabra compuesta de las raíces del náhuatl cuahutli, que significa «madera» e ipan que significa “arriba”, es decir el huapango era un baile que se realizaba sobre tablas de madera, evidentemente con la intención de lograr un sonido de repercusión que acompañara a la música y en cuya elaboración participaban los danzantes.

Con el transcurso del tiempo y al igual que las culturas la música y los bailes se fueron mezclando. La nativa fue influenciada por las costumbre e instrumentos que traían los españoles a estas tierras, como violines, guitarras e instrumentos de viento y la cultura africana que trajo el xilófono más conocido como marimba y el güiro, así para mediados del siglo XVIII, aparecen música y bailes que han llegado hasta nuestros tiempos, entre ellos: “jácaras”, “boleros”, “seguidillas”, “tiranas”, “jarabes” y “sonecitos de la tierra”.

Una de estas mezclas se dio entre el tablado español y el huapango nativo, al que se le ha denominado con su nombre nativo o ibérico “fandango” y que en algunas ocasiones para lograr mayor efecto acústico, la tarima de madera se ponía sobre una hoyo en la tierra y a veces hasta sobre ollas. Álvaro Ochoa refiere que en 1852 encontramos ya un documento en que el fandango se le denomina mariachi y que por su parte el Diccionario de Mejicanismos de 1895 describe al mariachi como “fandango o baile de gente del pueblo”, aunque también le da el significado de tambor.

El Diccionario de Mitología Nahuatl, refiere que la palabra mariachi deriva del Pinutl, lengua hermana del Cora, propia de la región de Nayarit, en México. Es hasta finales de los mil ochocientos que la palabra mariachi se empieza a atribuir al grupo musical y la música que interpreta, al parecer el famoso Mariachi Vargas de Tecalitlán fue fundado en 1898 y, para el año 1905, encontramos referencia a que de Ocotlán Jalisco se llevó a la ciudad de México un grupo de mariachis que amenizara la fiesta del onomástico del Presidente Díaz. Contra lo anterior José Simón Guzmán, describe que el origen de la palabra mariachi deriva de la francesa mariage, que significa matrimonio y tiene referencia con las fiestas que se hacen para celebrar estas uniones, refiere que desde 1850 hubo una fuerte afluencia de franceses al Estado de Jalisco y con esta palabra, se indicaba también la música de la fiesta.

Cualquiera que sea el origen de la palabra, lo que es innegable es que en la actualidad el mariachi y su música es una aportación de México al mundo, que se fue gestando en la primera mitad del siglo pasado, cuando el mariachi como parte de la tradición mexicana, encontró gran impulso por parte de Vasconcelos como Ministro de Educación y luego con el Presidente Lázaro Cárdenas, quienes con el objeto de dar una imagen de Estado/Patria, contribuyeron aún más a esta tradición que se vio apoyada por la tecnología: la industria disquera, el radio, la televisión y en la época de los cincuenta y sesenta el cine mexicano que daba una opción distinta al empalago hollywoodense y contribuyó a que la imagen del charro y el mariachi se extendieron a nivel mundial, como también ha sucedido con otras formas de música latinoamericana como la samba brasileña, el tango argentino o la salsa caribeña.

En su concepto actual el mariachi debe estar conformado con los siguientes instrumentos: Las trompetas, que generalmente son dos, aunque algunos mariachis de alto desempeño suelen usar hasta tres; la Guitarra, que sirve de acompañamiento pero en ocasiones se usa como percusión al ahogar el sonido de las cuerdas; la Vihuela, similar a la guitarra pero con una caja acústica más pequeña y cinco cuerdas, produce un sonido más agudo que sirve de acompañamiento a la guitarra; el Guitarrón, instrumento de seis cuerda y caja acústica grande, que proporciona los sonidos bajos que dan profundidad a la música; los violines que deben ser al menos dos, aunque suelen ser cinco o seis; por último, aunque no esencial, es el arpa que cuando se utiliza da mayor variedad tonal al mariachi.

Volviendo a la experiencia que relataba al principio, el mes de marzo tuve el gusto de visitar la ciudad de Chicago y comer con la agradable compañía de dos amigos, en un restaurante de comida mexicana, ahí conté con la suerte de escuchar en vivo a un Mariachi de jóvenes que, en mi humilde opinión, supera en calidad musical al que escuche en Guadalajara, lo que es un claro ejemplo del esfuerzo por la superación de los latinos que viven en Estados Unidos.

Como un sencillo homenaje a la música de mariachi, los invito a visitar un sitio mediante el enlace que aparece al final de este artículo, ahí  encontraran  un video en el que el Mariachi Vargas de Tecalitlán, muy posiblemente el mejor del mundo, interpreta un popurrí de canciones del compositor guanajuatense José Alfredo Jiménez, vean, escuchen y disfruten los instrumentos que antes describo y las estupendas voces de los cantantes de ese grupo. Mariachi Vargas de Tecalitlan/José Alfredo Jiménez

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About Post Author

Oscar Muller Creel

Oscar Müller Creel es Doctor en Derecho especializado en derechos humanos, ética profesional, seguridad publica, corrupción y libertad de expresión. Ha escrito diversos libros y artículos científicos. Columnista en varios medios de comunicación internacionales, tanto para prensa como radio. Si usted desea publicar esta columna en su medio de comunicación, agradeceremos se comunique con nosotros. OMC Opinión. Todos los Derechos Reservados 2015
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2 thoughts on “El Mariachi, un origen confuso

  1. Doctor y amigo: De Chihuahua es el Maríachi y de todo México los sones…solamente que desde que se usó el tambor en los rarámuri, alla por los milenios perdidos entre danzas festivas religiosas. Ya hablaremos del tema.
    Como interesado en soluciones tajantes de México, deseo una consulta JURÍDICA.
    ¿ES UN SÍMBOLO PATRIO NUESTRA CONSTITUCIÓN, SI O NO?
    De ello deseo hablar en nuestra futura plática. Hasta la próxima semana.

    DIFUNDIR NUESTRA HISTORIA CON LEGÍTIMO PLACER!!

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